Trasteando con el disco duro me he encontrado con esto que escribí hace ya un par de años.
No sé qué decir, eres la melodía que suena en mis cascos, mi música, mi inspiración, mi más constante rima.
Cada melodía, que aparentemente escuchas, va dedicada a ti, a cada beso dado con astucia.
Dime que sientes pues necesito saberlo, tengo miedo de perder a mi más bella inspiración, a perder lo que más quiero, a no poder entregarla nunca mi amor más sincero.
Quien dijo quien fuese fácil, mirar hacia delante y olvidar aquel duro pasado que un día mato tus ganas de vivir.
Ahora, eres mi fuente de esperanza, a quien dedico mis más dulces palabras, por quien desato, mi rabia rimando cada madrugada.
Tienes miedo, comprendo que sea así, el pasado tan duro que te toco vivir, acabara contigo si no vuelves a sonreír.
Te observo desde mi ventana, ríes con tus amigas mientras tomáis unas caladas, el cigarro encendido se consume entre tus dedos, llagas en tu corazón, mientras recuerdas tu tan dura historia.
Piensas que tu vida fue un error, que entregarte a sus brazos fue, una mala idea, lo peor que pudiste hacer, mientras te arrepientes y te das cuenta de que fue demasiado tarde, pues es tarde para corregir tantos de esos errores.
Y dime, quien dijo quien fuese fácil, mirar hacia delante y olvidar aquel duro pasado que un día mato tus ganas de vivir.
Solo tú, eres la razón más obvia, quien tiene que juntar fuerzas, levantarte, y decir que quieres sin pensártelo dos veces.
Desata esa rabia, de la manera que tú quieras, olvida ese pasado, y metete conmigo en mi cama, te hare mía de la manera más dulce, volverás a creer en el amor, una vez nuestros labios se rocen, y sientas mi ser en tu interior.
Gritaras de pasión, el dolor se desvanecerá, mis labios recorrerán tu cuerpo, mi lengua, disfrutara de tu dulce sabor, probándote una y otra vez hasta cansarme.
Y dime, quien dijo quien fuese fácil mirar hacia delante, y olvidar aquel duro pasado que un día mato tus ganas de vivir.
Hoy, me tienes a mí, nunca te abandonare, porque contigo, soy lo que quiero ser,
sin que juzguen, sin que me machaquen, tan solo entregándome cada noche, por hacerte la persona más feliz, disfrutando de tus besos, de tus abrazos, siendo tuya, haciéndote mía, de la mano contra el mundo, y ante la ira de aquellos muchos.
Esto es solo el principio de la historia, esto es solo el principio de nuestra historia.
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