I can't think straight (two cultures, two traditions, one love) fue una película que me encanto, de principio a fin.
Trata de dos chicas, Leyla, una chica musulmana con ascendencia india y Tala jordana con creencias cristianas, que se enamoran y tienen que vivir su amor a escondidas y en pecado, ya que da igual la religión que tengas, enamorarte de una persona de tu mismo sexo es un pecado aquí y en cualquier lado.
La idea de que se hagan películas de este tipo me parece un gran avance, sobre todo para oriente medio, en donde la homosexualidad es condenada en muchos países, no solo castigada con prisión, sino también donde la pena de muerte sigue vigente, latigazos, ahorcamientos e incluso la lapidación es algo por lo que tienen que pasar miles de homosexuales.
En el cristianismo, dios dijo “Amaos los unos a los otros”, pero dentro de esas palabras no decía concretamente “todo tipo de relación sexual con una persona de tu mismo sexo será castigada”.
¿Acaso todos aquellos que pensemos diferente iremos al infierno? A mí nadie me dijo a quien debía amar, ni con quien debía acostarme, simplemente conocí el amor en manos de una mujer, no de un hombre, y no por ello un dedo acusador debe decirme que nada mas morir lo que me espera es un ascensor que me llevara directa al infierno para que pase allí toda la eternidad.
Para nadie es fácil salir del armario, en muchos casos por las propias creencias que en la familia nos inculcan desde pequeños, porque justamente es un pecado enamorarte de quien consideran que no debes hacerlo.
Pero si aquí ya es difícil no quiero ni imaginar todo lo que tiene que pasar una chica en oriente medio, ya sea cristiana, judía, musulmana o dando igual la religión en la que crea.
Entre todos, hemos de luchar para que situaciones de este tipo dejen de darse porque nadie merece morir por amor, ni tampoco ser castigado.
Desde pequeños nuestros padres nos educan, pero ellos no pueden obligarnos a estar con alguien a quien no queremos (esta vez no hablare de los matrimonios concertados, pero si quiero que penséis en ellos).
Simplemente han de preocuparse de que seamos felices, da igual con quien, porque en mi caso al menos, y como decían en I can't think straight yo lo único que quiero estar con alguien que haga latir mi corazón cuando oiga una llave en la puerta.
Así que desde mi pequeño rincón, alabo a aquellas asociaciones que cada día luchan porque en países como el Líbano, o Egipto, la homosexualidad empiece a verse como algo normal, como una posibilidad de elección y no de vergüenza.
Porque ya está bien de esconderse, ser homosexual no es algo de lo que avergonzarse, es otra manera de ver las cosas, es otra manera de ser feliz.
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3 comentarios:
Bravo! Excelente!
A ver si puedo agregarte...
una gran reflexión y una gran razón!
espero q la gente abra los ojos con esto!
:)
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